Durante las clases y en los pasillos te busco... y te encuentro. Miras... y nerviosamente devuelves la vista a tus apuntes. Intento convencerme de que todo ha sido puramente casual. Pero también albergo la esperanza de que tú estés pensando en ello.
Más tarde te vuelvo a buscar y te hallo mirando nerviosamente a todas partes, como buscando a alguien.... Entonces me descubres observándote y otra vez revisas tus apuntes.
Me gustaría tener el valor para acercarme a ti y hablarte. Y me encantaría descubrir que es a mí a quien buscas por todas partes inquietamente; aunque reconozco sentir miedo, miedo a que, al hablar contigo, toda esta magia desaparezca...
(P.D. A este paso te aprenderás los apuntes de memoria muy pronto...)
Eyenik Íñiguez.
Tweet |